Cómo detener el gasto impulsivo

En un mundo ideal, nada plausible, cada centavo que gastara se contabilizaría en su cotización. Su dinero entraría y saldría, todo de acuerdo con su gran plan financiero. Todas las compras se trazarían con mucha anticipación, sin desviaciones del plan.
Desafortunadamente nuestros cerebros no están programados para ser tan complacientes.
Si bien sería útil (aunque no exactamente placentero) funcionar enteramente con base en la lógica fría y dura, muchas de nuestras decisiones están influenciadas por sentimientos. Y cuando esos sentimientos nos hacen desviarnos de nuestro plan financiero cuidadosamente elaborado, llamamos a esas desviaciones compras impulsivas.
¿Por qué hacemos compras impulsivas?
Todos hacemos compras impulsivas. A veces son pequeños, como una atajada rápida en Starbucks para la última fiebre de azúcar de temporada en un vaso de plástico. A veces son tiempos compartidos de los que se tarda años y miles de dólares en escapar.
¿Por qué lo hacemos? Bueno, hay una variedad de razones: emoción, aburrimiento, tristeza, ira, intoxicación y más. A veces tomamos decisiones impulsivas para contrarrestar los malos sentimientos o extender los buenos. Puede ser difícil ver en el momento por qué estamos tomando las decisiones que estamos tomando, pero a menudo están influenciadas por nuestras emociones.
Escribiendo para Psychology Today, el conductista Philip Graves señala que "el acto de comprar es un acto de empoderamiento que rara vez se puede sentir en otros aspectos de la vida". Si bien la sensación exacta será diferente para todos, hacer una compra impulsiva casi siempre produce un tipo de satisfacción inmediata. En el momento, sentimos que acabamos de hacer algo positivo por nosotros mismos. El problema viene después, cuando nos damos cuenta de que nuestra satisfacción duró poco.
Tres pasos para prevenir el gasto impulsivo
La mayoría de las compras impulsivas ocasionales no son el fin del mundo. Todos compramos cosas que sabemos que no deberíamos de vez en cuando. Cuando estas compras ocurren con regularidad o cuando comienzan a afectar nuestra capacidad para cumplir con nuestras obligaciones financieras, entonces se debe hacer algo.
Paso 1: Identifique cuándo es más probable que realice compras impulsivas
¿Cuándo es más vulnerable a tomar decisiones de gasto precipitadas? ¿Crees que gastas demasiado libremente el día de pago? ¿Recurres a las compras durante los periodos de tristeza? ¿Eres un fanático de las buenas ventas?
Sin vergüenza, analice detenidamente cuándo y por qué gasta fuera de su cotización. A menudo surgirán patrones.
Paso 2: Identifica la sensación que tienes cuando haces compras impulsivas
Una vez que comprenda firmemente su estado mental al realizar compras impulsivas, preguntar cómo se siente el acto de gastar en esos casos. ¿Te sientes recompensado? ¿Te sientes distraído? ¿Te sientes esperanzado?
Cuando compras algo por impulso, te hace sentir de cierta manera. Y eso es en última instancia lo que estás comprando: ese sentimiento.
Paso 3: Encuentre formas alternativas de lograr ese sentimiento
Una vez que comprenda la sensación que obtiene del gasto impulsivo, el paso final es identificar una actividad de reemplazo que produzca la misma sensación (pero sin el gasto que arruina la cotización).
Solía ir a cierta tienda grande todos los fines de semana, no porque necesitara algo, sino porque estaba aburrido. Hacer mandados me hizo sentir productivo. Sin embargo, resultó que hacer ciertas tareas en casa también me hacía sentir productivo (y no costaba nada).
Es un proceso y algunas alternativas funcionan mejor que otras. Tienes que tener en cuenta que la razón por la que empleas el gasto para lograr este sentimiento es porque es la manera más fácil. Por eso, encontrar un nuevo método y adaptar a él puede resultar difícil. Sin embargo, ok la pena el esfuerzo, especialmente cuando te coloca en una mejor posición para alcanzar todos tus objetivos financieros importantes.
Si los malos hábitos de gasto lo pusieron en una situación financiera difícil, sepa que hay ayuda disponible. El mejor lugar para comenzar es trabajar con uno de los expertos financieros de MMI. Ofrecemos asesoramiento financiero gratis las 24 horas, los 7 días de la semana, en línea y por teléfono. Sin costo, sin juicio, solo buenos consejos y apoyo cuando más lo necesitas.