Obtén una “A” en finanzas personales este semestre
Es un momento emocionante y aterrador en la vida de muchos adultos jóvenes: ir a la universidad. Hay tanta libertad en ser un estudiante universitario. ¡Es una aventura de cuatro años! Sin embargo, a veces, como adultos jóvenes, cuando no estamos bajo la atenta mirada de nuestros padres, podemos dejarnos llevar, especialmente cuando se trata de dinero y crédito. Como estudiante universitario pobre, es muy fácil cargar gastos innecesarios en una tarjeta de crédito. Tengo una confesión que hacer. Como estudiante universitario, mi único propósito para obtener una tarjeta de crédito era ir de compras y usar el tipo de ropa que deseaba. Sin embargo, fui lo suficientemente responsable como para pagar mi tarjeta de crédito. Sin embargo, podría usar ese dinero en algo más útil. No caiga en la trampa de "cobraré todo ahora y lo devolveré más tarde cuando consiga un trabajo de tiempo completo" en la que caen tantos estudiantes. Aquí hay algunos consejos financieros que fueron beneficiosos para mí como estudiante universitario.
Busque descuentos para estudiantes: Hay todo tipo de ofertas para estudiantes universitarios. Solo tienes que tomarte el tiempo para investigar y buscarlos. Aproveche los descuentos para estudiantes en el cine, museos, teatro e incluso algunos gimnasios ofrecen un descuento para estudiantes. Los ahorros adicionales son muy útiles.
Use la tarjeta de crédito con moderación: Sus años de licenciatura son un buen momento para establecer crédito porque lo necesitará más adelante cuando desee comprar un automóvil, una casa, alquilar un departamento o ser considerado para un empleo. También es un momento oportuno para destruir su puntaje de crédito con compras frívolas en una tarjeta de crédito que no puede pagar. El crédito debe usar como una herramienta de conveniencia, no como una extensión de sus ingresos. Si compra un artículo de gran valor con una tarjeta de crédito, elabore una cotización para pagar la deuda lo antes posible y no continúe cargando artículos costosos en una tarjeta de crédito sin antes pagarla.
No aplicar préstamos estudiantiles innecesarios: los préstamos estudiantiles se convirtieron en la norma para la mayoría de los estudiantes universitarios. Sin embargo, sólo saque lo suficiente para pagar los gastos educativos, no los gastos personales. Conocí a algunos estudiantes que pedían préstamos adicionales solo para vivir o para usarlos en sus gastos. Éste es uno de los peores errores financieros que puedes cometer. Al principio puede parecer dinero gratis, pero te arrepentirás cuando consigas el trabajo de tus sueños y todos tus ingresos disponibles se destinen a pagar préstamos que no necesitabas en primer lugar.
Ahorra, ahorra, ahorra: ¿Mencioné almacenar? Muchos adultos jóvenes descuidan el ahorro a una edad temprana porque simplemente no ven el beneficio o no tienen la disciplina. Si comienza a ahorrar un poco cada mes, se sorprenderá de lo rápido que crece ese dinero con el tiempo. Al final de cada semestre recibí un cheque de reembolso. En lugar de gastarlo, lo ahorré y al final de mi último año tenía suficiente dinero para hacer el pago inicial de un automóvil y ayudar a pagar los gastos luego de graduarme.
Abra una cuenta corriente: Abrí mi cuenta corriente cuando era estudiante de segundo año en la universidad. Fue una de las decisiones financieras más sabias que tomé. Mis cheques de pago iban directamente a mi cuenta y los fondos estaban disponibles inmediatamente el día de pago. Ya no tenía que ir al supermercado local para cobrar mi cheque y que me cobraran una tarifa. Las cuentas corrientes son rápidas, fáciles, convenientes, confiables y una forma segura de almacenar su dinero.
Gaste sabiamente: no gaste todo su dinero extra comiendo fuera, comprando o en entretenimiento. Si vives en el campus, emplea tu plan de comidas en lugar de comer fuera. Intente tomar el colectivo algunas veces y ahorrar dinero en gasolina. O bien, disfrute de una noche de película en su departamento/dormitorio en lugar de salir y comprar una entrada de cine y refrigerios.
Por último, es importante realizar un seguimiento de sus gastos: saber qué sale y qué entra. La mejor manera de hacerlo es crear una cotización. Una cotización estable es tu mejor amigo cuando se trata de finanzas.