Este es tu cerebro en el dinero
Probablemente no te sorprendería demasiado saber que ciertas sustancias controladas pueden afectar la química de tu cerebro. Pero lo que probablemente no sabías es que el dinero puede tener un efecto muy similar.
En un artículo para Harvard Business Review, el autor Kabir Sehgal repasa un serial de estudios recientes sobre la relación entre el dinero y nuestros cerebros. Los hallazgos dicen mucho sobre por qué tomamos algunas de las decisiones financieras que tomamos.
Puede estar predispuesto a asumir riesgos
En un estudio, los investigadores pidieron a los participantes que eligieran entre comprar acciones (una inversión potencialmente arriesgada con una mayor posibilidad de recompensa y fracaso) y bonos (una inversión más segura con menos potencial de recompensa y pocas posibilidades de fracaso).
Los investigadores usaron resonancias magnéticas para escanear a los participantes de antemano. Lo que encontraron es que los participantes con mayor actividad neuronal en la parte del cerebro asociada con el procesamiento de la recompensa, la aversión y la motivación (el núcleo accumbens) eran mucho más propensos a elegir acciones en lugar de bonos.
Esto significa que para muchas personas la toma de riesgos está codificada en sus cerebros. Es probable que esté predispuesto a tomar ciertas decisiones financieras debido a la composición de su cerebro. Esto no es necesariamente algo malo, pero es algo que vale la pena señalar. En todo caso, podría ver como evidencia de que cuando se trata de decisiones importantes sobre el dinero, nunca es una mala idea obtener una segunda opinión. Luego de todo, tienes prejuicios por tu propia programación. Es difícil, si no imposible, llegar a una conclusión imparcial por su cuenta.
Tus emociones te hacen tomar malas decisiones financieras
Los investigadores en un estudio separado hicieron que los participantes jugaran el juego del "Ultimátum". El juego es simple. A dos jugadores se les pide que dividan una cantidad de dinero. Un jugador propone quién debería obtener qué. El segundo jugador acepta o rechaza la oferta. Si se acepta la oferta, ambos jugadores obtienen el dinero. Si la oferta es rechazada, ninguno de los jugadores recibe dinero.
Como la elección es entre recibir algo de dinero o no recibir dinero, la opción más lógica sería que el segundo jugador simplemente aceptara cualquier oferta que reciba. Eso no es lo que sucedió.
En cambio, aproximadamente el 50 por ciento de las veces, cuando el segundo jugador recibió una oferta que consideró demasiado baja, rechazó la oferta, prefiriendo molestar al primer jugador en lugar de recibir dinero.
Los investigadores encontraron que cuando se les presenta una oferta "injusta", una parte del cerebro del participante que ayuda a procesar emociones como la ansiedad y el dolor (la ínsula anterior) comenzó a disparar. El hecho de que el dinero fuera gratis no importaba. Los participantes sintieron dolor emocional al ser rebajados y contraatacar, lo que les costó dinero en el proceso.
¿Con qué frecuencia dejamos que nuestras emociones dicten nuestros gastos? Es algo difícil de ver y aún más difícil de controlar, pero es útil ser consciente de la relación entre el dolor en nuestro corazón y el dolor en nuestra billetera.
El dinero es adictivo
Sabemos desde hace mucho tiempo que los juegos de azar tienen el potencial de ser muy adictivos, pero los investigadores descubrieron recientemente cuán similares pueden ser el dinero y las drogas (neurológicamente hablando).
A los participantes en un estudio se les escaneó el cerebro mientras jugaban un juego en el que se podía ganar o perder dinero real. Se descubrió que los escaneos de los jugadores que estaban ganando dinero eran casi idénticos a los escaneos tomados de drogadictos drogadictos con cocaína.
“Pronto descubrimos que nada afecta tanto a la gente como el dinero. Eso enfureció a la gente. “Así como la comida proporciona motivación a los perros, el dinero se la proporciona a las personas”, dice el Dr. Brian Knutson, uno de los investigadores del estudio.
Ganar dinero suele ser algo bueno, pero este tipo de adicción es peligrosa cuando nos lleva a asumir riesgos cada vez mayores en busca de un “subidón” similar. Cuanto más podamos hacer para separar nuestras respuestas emocionales al dinero, más fácil será tomar decisiones racionales y lógicas, lo que nos colocará en una mejor posición para tener éxito a largo plazo.
Puede que no haya mucho que pueda hacer para cambiar los circuitos en su cerebro, pero al comprender cómo funcionan esos circuitos y cómo influyen en sus decisiones, al menos puede convertir en un tomador de decisiones más equilibrado y matizado. Y cuando se trata de dinero, ser capaz de tomar decisiones matizadas y sin emociones puede ser la diferencia entre alcanzar tus objetivos y quedarte corto.