Deja el hábito del plástico
Ya sea que ya renunció o simplemente lo esté considerando, rechazar las tarjetas de crédito puede ser un proceso difícil.
Tal vez usted desarrolló una fuerte dependencia del crédito y siente que lo necesita para sobrevivir, o tal vez simplemente siente que su tarjeta de crédito es una red de seguridad y que estará allí para atraparlo cuando caiga. Independientemente de su nivel de dependencia, volver adicto al crédito puede ser un hábito peligroso y difícil de romper cuando no se lo empleó de manera responsable.
Los siguientes son algunos consejos para ayudarlo a dejar el hábito del plástico:- Almacene sus tarjetas de crédito. Si todavía tiene cuentas de tarjetas de crédito abiertas, considere llevar efectivo o su tarjeta de débito para uso diario. Deje las tarjetas de crédito en casa y solo lleve una cuando planee usarla para una compra más grande
se o algo que ya reservó para su tarjeta de crédito. - Ajusta tu cotización. Cree una cotización real e incluya incluso los gastos más pequeños. Tal vez llenar el tanque en la estación o recoger algunas cosas en la tienda de comestibles alguna vez fueron gastos que antes pasaban desapercibidos, pero con los altos precios actuales de la gasolina y los alimentos, incluso los artículos más pequeños se suman.
- Reduzca lo no esencial. La forma más fácil de liberar dinero extra es conocer la diferencia entre necesidades y deseos, y hacer un esfuerzo consciente para prescindir de aquellas cosas que no necesita, como salir a comer, vacacionar y comprar artículos discrecionales como muebles y productos electrónicos. Incluso puede considerar deshacer del cable. Con programas como Hulu y Netflix, es mucho más fácil cortar los cables y mantener el acceso a tus programas favoritos, ¡y ahorrarás una buena cantidad de cambio!
- Crea un plan para pagar la deuda. A veces es más fácil romper un hábito cuando tienes un objetivo que estás tratando de lograr. Comprométete a pagar una parte de tu deuda dentro de un plazo determinado y cerciórate de involucrar a tu familia en el trabajo para alcanzar un objetivo compartido: pueden ayudar mutuamente a rendir cuentas.
- Construya un fondo de emergencia. Una de las mayores tentaciones crediticias vendrá en tiempos de crisis. Es por eso que es imperativo que tenga ahorros de emergencia a mano. Muchos consumidores carecen de un fondo de ahorro de emergencia porque se centraron en destinar fondos adicionales a la deuda. Si bien esto no es algo malo, recuerde que alimentar su propia alcancía lo ayudará a depender menos del crédito cuando ocurra un desastre financiero. Si no estás preparado, podrías terminar de nuevo en el mismo lugar donde empezaste.
Por último, si sus obligaciones financieras se vuelven abrumadoras, ¡no tenga miedo de buscar ayuda! MMI tiene consejeros disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana para ayudarlo a evaluar su situación y ofrecer las mejores opciones según sus necesidades.