¿Es el castigo un buen motivador de dinero?
¿La zanahoria o el palo? Es una pregunta antigua. ¿Qué obtiene los mejores resultados: recompensas por el éxito o castigos por el fracaso?
Originalmente era más bien una pregunta literal. ¿Qué hace que un animal de carga, como una mula, trabaje más? ¿Colgar una zanahoria fuera de su alcance o golpearla repetidamente en el trasero con un palo?
En realidad, aunque no sea tan literal, toda motivación se deriva de alguna manera de la búsqueda de recompensa o del miedo al castigo. Incluso las motivaciones intrínsecas (las cosas que aparentemente hacemos sólo por nosotros mismos) tienen su raíz en el deseo de obtener resultados positivos o en el miedo a los negativos.
En general, la mayoría de nosotros, cuando podemos, elegimos la zanahoria, no solo para nosotros, sino para los demás. ¿Alguna vez capacitaste a un perro? La mayoría del entrenamiento de perros se divide en uno de dos campos. Puedes castigar al perro cuando hace algo malo, con la esperanza de que nunca quiera volver a hacer algo malo por temor a ser castigado. O puede recompensar y elogiar al perro cuando toma decisiones positivas, conectando el buen comportamiento con un estímulo positivo. En un caso, todas sus acciones futuras están motivadas por el miedo al error, y en el otro, sus acciones están motivadas por su deseo de complacer y ser recompensados.
Cuando pensamos en nuestras metas personales, especialmente nuestras metas de dinero, tendemos a elegir la zanahoria. Pero, ¿qué pasa con el palo? ¿Hay un lugar para el castigo autoinfligido en tus metas?
StickK.com es un sitio de logros sociales y personales que coloca el castigo en primer plano. Estableces metas y luego estableces tus apuestas. Si alcanzas tus metas, ¡genial! Pero si fracasas, te costará caro.
Es una idea interesante. Cuando establecemos metas, generalmente nos imaginamos comprometiéndonos a lograr algo. StickK hace que esos compromisos vagos sean mucho más concretos y aplicables. En lugar de simplemente establecer una meta, acepta un "Contrato de compromiso". Tus objetivos dejan de ser opcionales. Donde antes podías renunciar a un objetivo cuando quisieras, ahora hay consecuencias.
Numerosos estudios demostraron la eficacia de los incentivos para aumentar la productividad en la fuerza laboral (hasta cierto punto). Las personas tienden a trabajar más duro cuando existe una conexión muy clara e inmediata entre su esfuerzo y cómo son recompensadas (o castigadas) por ese esfuerzo. Sin embargo, es difícil incentivar los objetivos personales. ¿Cómo exactamente te recompensas por ahorrar $100 cada mes? Ahí es donde el castigo parece llenar el vacío. Puede que sea difícil recompensar por el éxito, pero es bastante fácil castigar por el fracaso.
En la mayoría de las situaciones, la zanahoria parece triunfar sobre el palo. Sin embargo, en lugares donde no hay zanahoria, el palo puede funcionar. ¿Qué opinas? ¿Tener consecuencias reales por el fracaso te ayudaría a alcanzar tus metas personales?