Cuatro propósitos de Año Nuevo que nunca debes hacer

El Año Nuevo es siempre una gran oportunidad para la reflexión. Consideramos dónde estamos y dónde nos gustaría estar. Y empleamos la pizarrón en blanco del nuevo año que se aproxima para hacernos promesas a nosotros mismos.
"El año que viene voy a..."
Los propósitos de Año Nuevo son una buena manera de poner en marcha nuestras metas para el próximo año, pero también pueden ser una carga. Las resoluciones malas o mal pensadas tienden a permanecer durante todo el año, nunca se realizan, pero sobreviven como un recordatorio de esta gran cosa que queríamos hacer pero nunca hicimos. Las malas resoluciones tienen una forma de sofocar las buenas metas.
Si planea hacer algunas resoluciones de Año Nuevo, aquí hay cuatro tipos de resoluciones que debe evitar.
Resoluciones demasiado vagas
A menudo, una resolución se origina como una idea simple. Quieres mejorar...algo. Y esa no es una mala idea. ¡Este algo en individuo realmente podría mejorar!
Sin embargo, como objetivo, este tipo de resolución es demasiado imprecisa. Si quieres perder peso, por ejemplo, hacer el propósito de perder peso es un buen comienzo, pero ¿cuánto peso? ¿Y para cuando?
Las resoluciones vagas son fáciles de posponer, pero también dificultan saber cuándo tuviste éxito. Sin un conjunto claro de parámetros, es muy fácil mover continuamente los postes de la portería.
Al hacer resoluciones, cerciorar de fijar objetivos claramente definidos para saber si realmente logró o no lo que se propuso lograr. Siempre que sea posible, use números y fechas concretos para que pueda realizar un seguimiento de su progreso y decir objetivamente si tuvo éxito o no.
Resoluciones que desafían la realidad
A la hora de crear resoluciones, siempre existirá la tentación de “ir a lo grande”. Y los grandes objetivos no son necesariamente malos, pero pueden ser un obstáculo si no son ni remotamente plausibles.
Si decide comprar su primera casa el año que viene, por ejemplo, pero no tiene dinero ahorrado ni un crédito particularmente bueno ni ninguno de los otros elementos básicos necesarios para comprar una casa, entonces le resultará muy difícil hacer realidad esa resolución.
Los grandes sueños son buenos, pero los sueños grandes y complejos a menudo se pueden dividir en objetivos más pequeños que te llevan al objetivo grande. Entonces, cuando establezcas tus propósitos, cerciórate de que sean realmente alcanzables, y si son demasiado grandes para lograrlas en un solo año, considera dividirlas en objetivos más pequeños para el año siguiente.
Resoluciones que soloquieres
Un tipo de resolución que nunca parece llegar a la meta es la resolución en la que tu corazón nunca estuvo interesado para empezar. A veces decidimos hacer cambios porque creemos que deberíamos hacerlo, pero no porque realmente queramos. Si no hay pasión detrás de tu resolución, siempre encontrarás una razón para no hacer el trabajo.
Antes de tomar una resolución, cerciórate de que refleje un cambio real que quieres ver en tu vida. Quizás esto requiera un poco de introspección a finales de año, pero es absolutamente esencial. Cualquier cosa menos que eso y hay grandes posibilidades de que permanezca en tu lista de cosas por hacer durante todo el año.
Resoluciones sin plan
Por último, muchas grandes resoluciones se deshicieron a lo largo de los años porque quien las tomó cometió un único error fatal: se olvidó de preguntar: “¿Cómo voy a hacer esto?”.
Cada objetivo necesita una hoja de ruta. Decidir hacer un cambio, sin importar cuán grande o pequeño sea, requiere que cree algún tipo de plan. Si quieres perder peso, ¿qué cambios harás en tu dieta y estilo de vida? Si desea ahorrar para el pago inicial de una casa, ¿de dónde vendrá ese dinero?
El plan debe ir antes de la meta. Determine lo que hará el próximo año y luego establezca puntos de referencia en torno a su plan de ataque.
No es necesario que tenga todos los detalles, pero sí necesita saber lo suficiente para comenzar. Saber cómo llegar a donde quieres ir es la diferencia entre desear el cambio y hacer que el cambio suceda.
Si el pago de la deuda ocupa un lugar destacado en su lista de resoluciones para el próximo año, podemos ayudarlo. MMI ofrece asesoramiento gratis sobre deudas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en línea y por teléfono. Permítanos brindarle el asesoramiento imparcial y el apoyo que necesita para lograr un progreso real.