Consejos financieros para cuando eres tu peor enemigo

Las heridas financieras generalmente vienen en uno de dos sabores: inesperadas y autoinfligidas. En otras palabras, el problema está completamente fuera de su control o completamente dentro de él.
Si bien nos gustaría creer que la mayoría de nuestros problemas financieros caen sobre nosotros como un enjambre invisible de langostas, ese no suele ser el caso. La mayoría de las veces, creamos nuestra propia mala suerte al desarrollar hábitos negativos, ignorar las señales de advertencia tempranas y no tomar medidas activas para protegernos. En muchos sentidos, cuando se trata de finanzas personales, tenemos la tendencia a ser nuestro peor enemigo.
Si siente que el mayor obstáculo para el éxito financiero es usted, intente implementar algunas de estas estrategias útiles para salir de su propio camino.
Automatiza todo
Si eres olvidadizo o tienes dificultades para cumplir con tus objetivos de ahorro o pago de deudas, la automatización puede salvarte la vida. Automatice sus pagos mensuales para que nunca se atrase e incurra en cargos por pagos atrasados. Designe una parte de cada cheque de pago para ahorros y haga que se deduzca automáticamente.
Si creas muchos de tus propios problemas luchando por cumplir con tus mejores intenciones, sacarte de la ecuación puede marcar una gran diferencia.
No hay pequeños problemas
Una de las cosas más dañinas que puede hacer es ignorar un problema. Cuando los problemas son pequeños, es bastante fácil convencer de evitarlos. Pero luego los pequeños problemas tienen una forma de convertir en grandes problemas, y para muchos de nosotros, es solo una vez que las cosas se vuelven realmente terribles que nos despertamos a la acción.
Si ese es usted, aquí está su nuevo mantra: no existe tal cosa como un pequeño problema. Comience a capacitar para ver el camino por delante. Si no puede pagar la factura de su tarjeta de crédito este mes, es posible que pueda convencer de no preocupar, ya que es solo un mes. Pero, ¿a dónde maneja eso? ¿Qué cambiará el próximo mes y por qué sucedió? Los pequeños problemas, cuando no se examinan, se convierten muy rápidamente en desastres.
Entonces, no. No es un problema pequeño. Es la primera señal de un problema potencialmente mucho mayor. Si lo tratas como tal, puedes ahorrarte muchos dolores de cabeza en el futuro.
Acepta la incomodidad
Parte de evitar nuestros problemas es evitar la angustia y la incomodidad que crean. Si gestionar el dinero nos incomoda, evitaremos hacerlo. Evitaremos buscar ayuda. Evitaremos opiniones contrarias. Creamos burbujas para nosotros mismos donde podemos escondernos, evitando conflictos.
Pero ese conflicto es bueno y útil y nos hace mejores en maneras muy importantes. Si eres tu peor enemigo, es seguro asumir que esto se debe en parte a que evitas el conflicto y la incomodidad. Así que muéstrate a aceptar esa incomodidad. Los pequeños pasos son una buena manera de comenzar. Hable con otros sobre dinero y finanzas personales. Busque nuevos conocimientos y pida ayuda cuando sea apropiado. Si se siente engorroso, siga avanzando. Con el tiempo tu burbuja se ampliará y perderás ese deseo de retirarte y esconderte.
Presta atención a tus mecanismos de afrontamiento
¿Cómo reaccionas cuando las cosas no salen como quieres? ¿Compras para aliviar el estrés? ¿Comes para distraerte de la depresión o la ansiedad? Todos tendemos a desarrollar mecanismos que nos ayuden a lidiar con sentimientos y situaciones negativas. Esos mecanismos, desafortunadamente, a veces pueden ser personal o financieramente perjudiciales y causar muchos más problemas de los que resuelven.
Por eso es importante que seas consciente de cómo intentas mejorar las cosas para ti. Y si esos mecanismos de afrontamiento son negativos, deberías intentar reemplazarlos con algo más beneficioso. Por ejemplo, si puedes capacitarte para recurrir al ejercicio en lugar de ir de compras cuando te sientes estresado, puedes transformar una situación potencialmente negativa en algo muy positivo.
Emplea todos los recursos a tu disposición
Finalmente, si tiene dificultades para gestionar sus finanzas, recuerde que no está solo y que hay toneladas de herramientas disponibles para ayudarlo a cerrar esas brechas. El mercado está repleto de excelentes aplicaciones, programas y organizaciones que pueden ayudarlo a realizar pagos oportunos, crear una cotización funcional, monitorear cuentas, gestionar objetivos y mucho, mucho más.
Si no puedes o no quieres hacer algo por ti mismo, no tengas miedo de ir a buscar a alguien o algo que pueda ayudarte de esa manera específica. Todos debemos esforzarnos por mejorar, pero eso comienza con reconocer y aceptar nuestras deficiencias.
Artículo actualizado en noviembre de 2020